Paraguai

[rodrigo]

El presidente Cartes debe exigir la revisión de la administración de Itaipú por el Brasil

La sistemática expoliación de que nuestro país es víctima en la usina hidroeléctrica binacional ha echado por tierra la gran expectativa ciudadana de la hora prima. Tan duradera estafa ha convencido al pueblo paraguayo de que los costos para el país en Itaipú superan largamente los magros beneficios que recibe. Tratándose, supuestamente, de una asociación comercial absolutamente igualitaria entre las Altas Partes Contratantes, a cada una de ellas le asiste el derecho de reclamar a la otra la correcta administración del emprendimiento binacional. Es lo que el pueblo paraguayo exige desde hace mucho tiempo. Por eso, la visita que realiza hoy el presidente Cartes al Brasil ha despertado justificado interés, pues de su resultado va a depender en buena medida el futuro inmediato de nuestro país.

Como parte de la solución del serio conflicto fronterizo suscitado entre Paraguay y Brasil por la soberanía de los Saltos del Guairá que, de conformidad con el Tratado de límites impuesto a nuestro país por el Imperio del Brasil tras el fin de la Guerra contra la Triple Alianza, se situaban dentro del territorio paraguayo, el 22 de junio de 1966 los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países, Raúl Sapena Pastor, por Paraguay, y Juracy Magalhaes, por Brasil, firmaron un histórico acuerdo. Por el mismo, Brasil aceptó retirar de la franja de dominio fronterizo las fuerzas militares desplegadas a lo largo de ella en flagrante violación de la ley internacional. Los Saltos del Guairá fueron declarados en condominio y se sentaron las bases para la explotación económica del potencial hídrico inherente a los mismos. La energía eléctrica allí producida sería dividida en partes iguales entre los dos países, reconociéndose a cada uno el derecho de PREFERENCIA para la adquisición de la energía sobrante, o no utilizada, a JUSTO PRECIO. Este acuerdo sirvió de base al posterior Tratado de Itaipú, en el que tramposamente se omitió el bien claro concepto del justo precio, factor determinante para la futura venta de la electricidad por parte de uno de los socios al otro.

Tras cuarenta años de vigencia del Tratado, la arbitraria y excluyente administración de la usina binacional por parte de las autoridades brasileñas a ella asignadas, con la repudiable connivencia de sus pares paraguayos, ha hecho que la deuda de la entidad binacional trepara a cifras astronómicas, mitad de la cual continuará siendo injustificadamente pagada por el Paraguay hasta el año 2023, de conformidad con la antipatriótica convalidación de la misma por el gobierno de Juan Carlos Wasmosy en 1997. La sistemática expoliación de que nuestro país es víctima en la explotación de la usina hidroeléctrica binacional ha echado por tierra la gran expectativa ciudadana de la hora prima. Tan duradera estafa ha convencido al pueblo paraguayo de que los costos para el país en Itaipú superan largamente los magros beneficios que recibe. Tratándose, supuestamente, de una asociación comercial absolutamente igualitaria entre las Altas Partes Contratantes, a cada una de ellas le asiste el derecho de reclamar a la otra, en cualquier momento, la correcta administración del emprendimiento energético binacional. Es lo que el pueblo paraguayo exige desde hace mucho tiempo.

Por eso, la visita que hoy realiza el presidente Horacio Cartes a Brasilia para entrevistarse con la Primera Mandataria de ese país ha despertado justificado interés público, pues de su resultado va a depender en buena medida el futuro inmediato de nuestro país, no solo en lo concerniente al Mercosur, sino también y prioritariamente en Itaipú. Entre las principales reivindicaciones que el pueblo paraguayo viene reclamando desde hace décadas se cuenta la corrección de las arbitrarias asimetrías vigentes en la administración de la usina binacional, la implementación del justo precio acordado en el Acta de Foz de Yguazú –que forma parte del Tratado– y la revisión de la abultada deuda del ente cuya mitad viene pagando nuestro país sin haber tenido participación en la toma de las equivocadas decisiones financieras que llevaron a tan catastrófica situación, como claramente lo demuestra el reciente informe preliminar del destacado economista norteamericano Jeffrey Sachs, e implícitamente admitido por el propio director general brasileño, Jorge Samek, al culpar a la Argentina por supuestamente haber obligado al Gobierno brasileño a buscar fuentes onerosas de financiación para construir la represa, tanto dentro del país como afuera, en vez de recurrir a préstamos a largo plazo y bajas tasas de interés del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Obviamente, hasta ahora se ignora la estrategia diplomática adoptada por el presidente Cartes con relación al Gobierno del vecino país, en particular con relación a Itaipú, pero existen sobradas razones para creer que ella se centrará en la reivindicación de nuestra conculcada soberanía energética en la usina binacional, incluyendo el derecho de preferencia de venta de la electricidad paraguaya a un justo precio, como queda señalado precedentemente. A estar por la astuta diplomacia de Itamaraty, razonablemente podemos especular que la respuesta que a priori le dará la Mandataria brasileña a nuestro Presidente será la consabida: que hay un tratado firmado que debe ser cumplido y que todo lo actuado por las autoridades brasileñas del ente binacional ha contado con la aprobación de sus pares paraguayos; lo cual es cierto, lamentablemente. Por consiguiente, el presidente Cartes debe estar prevenido en cuanto a, que de buenas a primeras, cualquier reclamo puntual que altere el privilegiado e indebido statu quo que Brasil viene sosteniendo a ultranza en la administración del ente binacional va a encontrar fuerte resistencia por parte del Gobierno brasileño.

El presidente Cartes le ha prometido al pueblo paraguayo un “nuevo rumbo” en la conducción del país. Esto quiere decir que está determinado a no caer en las tentaciones crematísticas, ni en la falta de visión y coraje que como estadistas debieron tener sus predecesores y que, lamentablemente, no lo tuvieron. Se contentaron con las migajas con tufo a sobornos que el Gobierno brasileño les propinó para que engulleran y callaran. Antes que aceptar espejitos, o ceder ante la coercitiva diplomacia brasileña, el Primer Mandatario paraguayo debe tener el coraje de advertirle a la presidenta Rousseff de que si después de cuatro décadas de inicua explotación neocolonialista, Brasil no revé su inamistosa política en perjuicio de los intereses del pueblo paraguayo en Itaipú, el Paraguay está decidido a buscar justicia ante los tribunales internacionales. Los paraguayos tenemos profundos motivos para sentirnos indignados y humillados con la política brasileña en la entidad binacional. Después de todo, el Tratado fue a todas luces un acuerdo leonino negociado entre dos gobiernos dictatoriales, a espaldas de sus pueblos e impuesto por la fuerza en nuestro país, con persecuciones políticas de por medio. A causa de eso, el Paraguay, que luchó heroicamente durante cinco años contra la triple alianza de Brasil, Argentina y Uruguay en defensa de su soberanía, la ve hoy arbitrariamente conculcada en el emprendimiento binacional, por cuya causa no recibe igual parcela de beneficios económicos que Brasil, los que sobradamente le hubieran permitido emerger como país en pujante desarrollo.

El compromiso básico del presidente Cartes con el pueblo paraguayo es mantener a toda costa su promesa del “nuevo rumbo” que se ha propuesto en la conducción del país en procura del crecimiento económico, la moralización política y el refinamiento de la política exterior de la República. Esto implica que la estrategia diplomática de su gobierno va a diferenciarse absolutamente de la de sus predecesores. Consecuentemente, es de esperar que por ninguna razón incurra en el desafortunado error de los expresidentes Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo, quienes, tras prometer al pueblo el oro y el moro con relación a Itaipú, se contentaron con aceptar miserables limosnas y un cúmulo de promesas jamás cumplidas.

Asumiendo el sentimiento público, podemos afirmar con propiedad que el presidente Cartes no lleva hoy a Brasilia una mera agenda presidencial, sino un claro mandato popular: el fin de las desigualdades con las que el Brasil nos agrede día a día en el leonino Tratado de Itaipú.

http://www.abc.com.py/edicion-impresa/e ... 23301.html

[cassiosemasas]

nossa!!!
como esses caras são folgados!

[FCarvalho]

Nada de mais. Só mais da mesma choradeira paraguaia de sempre. Que como sempre, e ainda desta vez, não dará em nada. Contrato são contratos. E a nossa presidente não seria tão absorta e autocrática de forma a modificar algo tão sério e bem à vista de eleições por aqui.

Ainda mais que o novo presidente do Paraguai não faz parte do clube dos companheiros latino-americanos...

abs.

[rodrigo]

A sorte do Paraguai é que nossos falcões não passam de galinhas. Fossemos algum país mais sério e comprometido com seus interesses e futuro, nossa diplomacia e até mesmo a intimidação militar seriam muito mais atuantes e intervencionistas no cotidiano paraguaio.

[FCarvalho]

Não digo que chegássemos às raias das mesmas práticas intervencionistas militares americanas na casa dos outros, posto que nem estrutura militar para isso temos/tivemos, e mesmo porque nossa própria legislação nos impede neste sentido, mas que a diplomacia seria outra, isto com certeza seria.

E a diplomacia sendo outra, quem sabe a defesa também o fosse.

abs.

[romeo]

Não precisamos nos preocupar.

Para lidar com o Paraguai nossos governanPTes são perfeitos...

Tanto interna quanto externamente são mestres pós graduados no "enrrolation "...

[FCarvalho]

La vamos nós de novo...

Paraguai negocia com EUA a participação de forças americanas na luta contra o EPP
Previous Next Vinicius Castro 04/10/2013 4 EUA Exército do Povo Paraguaio Paraguai Noticiário Internacional

O governo do Paraguai está negociando com os Estados Unidos para que militares deste país apoiem no terreno a luta contra o grupo terrorista Exército do Povo Paraguaio (EPP), na zona norte, segundo confirmou o Ministro do Interior Francisco de Vargas, que se recusou a dar maiores detalhes, dizendo que o assunto estava sendo tratado no mais alto nível entre as autoridades do executivo. Na manhã de ontem, um contingente militar deixou a sede do Alto Comando liderado por uma equipe das Forças Armadas dos EUA, que discretamente abordou o veículo. Oficialmente ninguém quis dar detalhes, mas tudo indica que compõe parte das tarefas conjuntas no norte do país.

De Vargas se reuniu ontem com o presidente, Horacio Cartes, e com o Ministro da Defesa, Bernardino Soto, na sede do ministério, onde apresentaram um relatório dos trabalhos que estão sendo realizados na zona norte do país. Os Secretários de Estado informaram que os trabalhos estão se desenvolvendo como planejado e que em algumas semanas poderiam haver novidades sobre o tema. Por outro lado, indicaram que nos próximos meses será necessário pedir mais recursos para manter as forças conjuntas na zona norte.

O Presidente do Paraguai se reuniu também com o Conselho de Defesa, na que foi oficialmente apenas uma reunião informativa. No entanto, de acordo com fontes militares, na reunião o Chefe de Estado pediu para que fossem tomadas todas as medidas necessárias para a obtenção de resultados na luta contra o grupo que se autodenomina Exército do Povo Paraguaio.

Fonte: Defensa.com – Tomás Velázquez

http://www.defesaaereanaval.com.br/?p=29842

[irlan]

Acham que nós poderíamos ter ajudado o Paraguai nisso?

[Sterrius]

Homens de qualidade pra fazer o serviço não faltam no Brasil irlan, basta apenas vontade politica pra gastar dinheiro nisso! Que não existe.

[Clermont]

Homens de qualidade pra fazer o serviço não faltam no Brasil irlan, basta apenas vontade politica pra gastar dinheiro nisso! Que não existe.

Que bom que não existe.

Não vejo o por quê o Brasil deveria mandar soldados brasileiros para fazerem o serviço que deveria ser o dever do governo do Paraguai: matar bandidos comunistas paraguaios. Com certeza, os brasileiros matariam muitos mas, possivelmente, ao custo de algumas vidas brasileiras.

E no final, o que ficaria? Gratidão eterna do povo paraguaio?

Uma ova!

No final, o que aconteceria é que na frase "brasileiros mataram bandidos comunistas paraguaios", apagariam os termos "bandidos comunistas" e a frase ficaria, "brasileiros mataram paraguaios".

E os brasileiros ficariam como os grandes vilões, não os bandidos comunistas. Assim como o "grande vilão" foi o Duque de Caxias, não Solano Lopes.

E os primeiros de todos que diriam isso não seriam cidadãos paraguaios, mas sim, cidadãos brasileiros, de certas correntes políticas...

Então, deixem os americanos consumirem o sangue dos seus soldados em mais alguma cruzada antiterrorista. Esse sangue parece sair bem barato para políticos dos Estados Unidos, como Obama, ou G. W. Bush.

[Sterrius]

Simples clermont, o que está em jogo aqui não é um grupelho de terroristas.

È o poder de influencia sobre o Paraguai!

Se o Brasil quer começar a dizer o que os outros tem que fazer ou ajuda em temas +complexos ele tem que aprender que isso não vem de graça, fazendo pequenas ações ou bancando apenas o intransigente e ignorando o que os outros pedem.

E isso tb não acontece sem escolher 1 lado, o que vai lhe beneficiar! (De preferencia a população tb pra ela ficar do seu lado, apoiar ódio futuro é fria).

Uma "boa ação" de verdade pode pagar por muitas intransigências, problemas banais voam pra debaixo do tapete quando um país é realmente importante pra você. E até a imprensa estrangeira pode ir da agua pro vinho, como foi o caso de espionagem na india onde o problema "sumiu".

Paraguai está ae com um problema sério. È uma chance de ter uma influencia real nas politicas daquele país, mas novamente deixaremos os EUA (se quiserem) fazer isso e terem mais e mais influencia naquele país.

Pode chegar a um ponto (Se eles realmente correrem atrás disso) que eles a 6000km de distancia serão +importantes que a gente, um vizinho que faz negócios com ele. E se o paraguai depois quiser algo com os EUA apoiando por trás não vai dar pra falar grosso e vai diminuir nossas opções diplomáticas.



Por exemplo sou defensor que o Brasil tinha que ter ajudado a Colômbia a tempos (agora ja é tarde). E pedidos de ajuda não faltaram, e mesmo o ataque ao Brasil em 92 teria sido a oportunidade perfeita de ajudar com total aval internacional. Ainda sairiamos de mocinhos mesmo frente a vizinhos que apoiam as Farc.

Eu vejo situação parecida no paraguai ao menos com a informação limitada que possuo. È um país onde trafico impera e grupos assim só ajudam nesse problema. Problemas em que o verdadeiro alvo é o brasil, pois não é o paraguai que vai comprar essas armas.

[Clermont]

Se o Brasil quer começar a dizer o que os outros tem que fazer (...)

Influência no Paraguai?

Dizer aos outros aquilo que devem fazer, dentro dos países deles?

Pois bem, então um presidente brasileiro resolve intervir nos assuntos internos paraguaios e matar alguns comunistas de lá. Mas, péra aí! Qual presidente estaria disposto a detonar alguns "heróis-camponeses-que-lutam-contra-o-latifúndio-burguês-imperialista" (objetivos do EPP)? Lembrando da última eleição:

Seria Dilma Roussef?

Seria José Serra?

Seria Marina Silva?

Então, já temos um problema, falta de presidentes brasileiros dispostos a reprimir a "luta popular das massas exploradas". Mas, vamos fingir que aparece um presidente disposto a isso, o "Presidente X".

Então, o "Presidente X" para evitar a influência dos pérfidos imperialistas ianques, intrometendo-se nos assuntos internos paraguaios, resolve que nós, os brasileiros, é que vamos nos intrometer nos assuntos internos paraguaios. Aí, mandam-se tropas: o Batalhão de Ação de Comandos; o Batalhão de Forças Especiais; o Batalhão Tonelero; o 26ª Batalhão de Paraquedistas.

Uma montanha de comunistas salafrários - opa! desculpem, eu quis digitar "campeões do campesinato explorado pelo latifúndio improdutivo" - são mortos. Um "montinho" de brasileiros também.

O governo paraguaio agradecido jura "fidelidade eterna" ao Brasil do "Presidente X". Finalmente, o Brasil tem "influência sobre o Paraguai".

Então, na semana seguinte, nas eleições livres, o povo paraguaio elege o "Padre Pablo Mete-Mete", um santo homem, campeão da paz e dos oprimidos (que, ninguém sabe, mas secretamente, adora pegar garotinhas parecidas com as Paquitas da Xuxa...). A plataforma do "Padre Mete-Mete" foi uma só: acabar com a influência dos pérfidos imperialistas brasileños. E deu muito certo. Foi eleito de lavada.

Fica claro, então, de que o povo comum paraguaio não quer, sob hipótese nenhuma, "fazer aquilo que o Brasil mandou".

Xi! E lá se vai a "influência no Paraguai". Depois de uma montanha de mortos comunistas salafrários, digo, de "heróis do campesinato", e de um montinho de mortos brasileiros.

Então, alguém lembra o deprimido "Presidente X" do Brasil, de que a ABIN recebeu pedidos de apoio do "General Tião Gavião", o comandante do Exército paraguaio, que é totalmente pró-brasileiro. Ele cursou a ECEME no Brasil, e casou com uma brasileira, uma ex-mulata do Show do Sargentelli. Ele ama tudo o que é brasileiro (principalmente, as brasileiras...)

Como todos sabem, a ABIN é um exemplo de eficiência. O "General Tião Gavião" derruba o "Padre Mete-Mete" que pede asilo na Venezuela.

Que bom! Voltou a "influência no Paraguai" do Brasil. Mas, qual o custo? Ao custo de se apoiar um golpe militar. Logo, a participação brasileira fica conhecida. Estoura um movimento de insurgência contra a ditadura paraguaia. O "General Tião Gavião" pede ao "Presidente X", que envie tropas (de novo!) para combater a insurgência. O governo brasileiro não pode recusar. Mas, por quê se preocupar? Afinal, são só uns paraguaios subversivos! Nós somos brasileiros! Somos maravilhosos! E nós temos IA2, "Guarani"! Temos até "Rafale"!

Sem dúvida, vai ser apenas um "passeio". E, quem iria apoiar os insurgentes paraguaios? A Bolívia de Evo Morales? A Venezuela bolivariana? A Argentina? Ora, todos sabem que esses países amam, de paixão, o Brasil e os brasileiros! Nunca que iriam querer nos ver atolados até o pescoço numa guerra de insurgência, tentando manter no poder um general golpista que derrubou um padre defensor dos pobres.

Não é mesmo?

E, olhem que nem vou tentar imaginar o que estaria acontencendo no "Front Interno" brasileiro. Imaginem só, o que a OAB, a CNBB, o MST, o PT, todos os partidos de todas as correntes que são oposição ao governdo do "Presidente X", iriam fazer! Já posso até ver o tamanho das manifestações diárias na Avenida Rio Branco, na Avenida Paulista. As greves nas universidades federais. As paralisações nos serviços públicos.

O Brasil ia estar um show de dar inveja a França de 1968...

____________________________

(Sabem de uma coisa? Vou agora mesmo jogar uma partida de "Arsenal Of Democracy" e tentar conquistar a América Latina com o Brasil! Adoro obrigar esses hispano-americanos a "dançarem na boquinha da garrafa"...)

[irlan]

Pô Clermont, eu tenho o Hearts of Iron II aqui! ^^

[suntsé]

Pois bem, então um presidente brasileiro resolve intervir nos assuntos internos paraguaios e matar alguns comunistas de lá. Mas, péra aí! Qual presidente estaria disposto a detonar alguns "heróis-camponeses-que-lutam-contra-o-latifúndio-burguês-imperialista" (objetivos do EPP)? Lembrando da última eleição:

Seria Dilma Roussef?

Seria José Serra?

Seria Marina Silva?

Então, já temos um problema, falta de presidentes brasileiros dispostos a reprimir a "luta popular das massas exploradas". Mas, vamos fingir que aparece um presidente disposto a isso, o "Presidente X".

Então, o "Presidente X" para evitar a influência dos pérfidos imperialistas ianques, intrometendo-se nos assuntos internos paraguaios, resolve que nós, os brasileiros, é que vamos nos intrometer nos assuntos internos paraguaios. Aí, mandam-se tropas: o Batalhão de Ação de Comandos; o Batalhão de Forças Especiais; o Batalhão Tonelero; o 26ª Batalhão de Paraquedistas.

Uma montanha de comunistas salafrários - opa! desculpem, eu quis digitar "campeões do campesinato explorado pelo latifúndio improdutivo" - são mortos. Um "montinho" de brasileiros também.

O governo paraguaio agradecido jura "fidelidade eterna" ao Brasil do "Presidente X". Finalmente, o Brasil tem "influência sobre o Paraguai".

Então, na semana seguinte, nas eleições livres, o povo paraguaio elege o "Padre Pablo Mete-Mete", um santo homem, campeão da paz e dos oprimidos (que, ninguém sabe, mas secretamente, adora pegar garotinhas parecidas com as Paquitas da Xuxa...). A plataforma do "Padre Mete-Mete" foi uma só: acabar com a influência dos pérfidos imperialistas brasileños. E deu muito certo. Foi eleito de lavada.

Fica claro, então, de que o povo comum paraguaio não quer, sob hipótese nenhuma, "fazer aquilo que o Brasil mandou".

Xi! E lá se vai a "influência no Paraguai". Depois de uma montanha de mortos comunistas salafrários, digo, de "heróis do campesinato", e de um montinho de mortos brasileiros.

Então, alguém lembra o deprimido "Presidente X" do Brasil, de que a ABIN recebeu pedidos de apoio do "General Tião Gavião", o comandante do Exército paraguaio, que é totalmente pró-brasileiro. Ele cursou a ECEME no Brasil, e casou com uma brasileira, uma ex-mulata do Show do Sargentelli. Ele ama tudo o que é brasileiro (principalmente, as brasileiras...)

Como todos sabem, a ABIN é um exemplo de eficiência. O "General Tião Gavião" derruba o "Padre Mete-Mete" que pede asilo na Venezuela.

Que bom! Voltou a "influência no Paraguai" do Brasil. Mas, qual o custo? Ao custo de se apoiar um golpe militar. Logo, a participação brasileira fica conhecida. Estoura um movimento de insurgência contra a ditadura paraguaia. O "General Tião Gavião" pede ao "Presidente X", que envie tropas (de novo!) para combater a insurgência. O governo brasileiro não pode recusar. Mas, por quê se preocupar? Afinal, são só uns paraguaios subversivos! Nós somos brasileiros! Somos maravilhosos! E nós temos IA2, "Guarani"! Temos até "Rafale"!

Sem dúvida, vai ser apenas um "passeio". E, quem iria apoiar os insurgentes paraguaios? A Bolívia de Evo Morales? A Venezuela bolivariana? A Argentina? Ora, todos sabem que esses países amam, de paixão, o Brasil e os brasileiros! Nunca que iriam querer nos ver atolados até o pescoço numa guerra de insurgência, tentando manter no poder um general golpista que derrubou um padre defensor dos pobres.

Não é mesmo?

E, olhem que nem vou tentar imaginar o que estaria acontencendo no "Front Interno" brasileiro. Imaginem só, o que a OAB, a CNBB, o MST, o PT, todos os partidos de todas as correntes que são oposição ao governdo do "Presidente X", iriam fazer! Já posso até ver o tamanho das manifestações diárias na Avenida Rio Branco, na Avenida Paulista. As greves nas universidades federais. As paralisações nos serviços públicos.

O Brasil ia estar um show de dar inveja a França de 1968...

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(Sabem de uma coisa? Vou agora mesmo jogar uma partida de "Arsenal Of Democracy" e tentar conquistar a América Latina com o Brasil! Adoro obrigar esses hispano-americanos a "dançarem na boquinha da garrafa"...)

O Clermont foi realmente muito criativo agora, a historinha foi muito engraçada.

Mas os argumentos são bem sólidos. O Brasil tem que cair fora daquele atoleiro.

[Túlio]

No fundo a culpa é do Dom Pedro II: se ele tivesse concordado com o presidente da Argentina, hoje nem existraria paraguai para nos encher o saco, seria metade do Brasil e metade da Argentina...